Opinión
//// 09.12.2021
Libertarios eran
los de antes…, por Adelqui Del Do
¿Cómo se ha llegado hasta acá? ¿Han trastocado la palabra
libertad? ¿Ha cambiado su significado? ¿O La libertad se ha
transformado en un significante vacío?
Por Adelqui
Del Do
"Cualquiera que sea la libertad por la que
luchamos, debe ser una libertad basada en la igualdad” Judith
Butler
Nos encontramos en un momento histórico complejo,
algunos arriesgan inédito. La pandemia vino a marcar un antes y un
después en la cotidianidad de millones de personas, incluso hubo
intelectuales que apuntaron a un posible cambio social: la
pandemia nos iba a humanizar, un espíritu de comunidad nos
embargaría e imperaría la solidaridad.
Podemos observar que nada de eso sucedió, más bien
todo lo contrario; concentración de vacunas en pocos países, mayor
desigualdad económica y en torno a lo político, las derechas
radicalizadas avanzaron en todo el mundo. En nuestro país asumieron
el nombre de “libertarios”.
Es interesante destacar que nuestro país tiene una
interesante tradición e historia de libertarios. A principio del
siglo XX, Argentina fue tierra fértil para las ideas de libertad.
El movimiento anarquista se desarrolló a lo largo y ancho de
nuestro territorio.
Al igual que quienes se asumen libertarios
actualmente, combatían al Estado, pero a diferencia (¡menuda
diferencia!) de los de hoy, lo hacían en nombre de una sociedad sin
clases, sin patrón y con un horizonte de igualdad comunitaria.
Podemos ejemplificarlo con tres hechos
significativos de nuestra historia:
- El anarco sindicalismo, se nucleó
en la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), sindicato
revolucionario de intensa acción gremial que fue protagonista de
numerosas reivindicaciones y huelgas.
Su poder de fuego fue importante, como relata Abad
de Santillán (1930), en agosto de 1907, ante el aumento de los
alquileres, los inquilinos se declararon en huelga y tomaron la
decisión de no pagar. Se trató de un enorme movimiento en el que
participaron más de 140.000 personas en 2400 conventillos de Buenos
Aires, Rosario y Bahía Blanca. La FORA logró organizar el
movimiento creando comités y subcomités en todos los barrios. La
huelga duró tres meses y finalmente muchos propietarios aceptaron
mantener los alquileres sin aumentos. También fueron protagonistas
de la semana trágica de 1918 a partir de la huelga de obreros en
los talleres metalúrgicos Vasena, por citar dos hechos relevantes.
- Severino Di Giovanni, el
anarquista expropiador, enemigo público durante años. Osvaldo
Bayer le escribió una completa biografía: “El Idealista de la
Violencia”, y Roberto Arlt narró, en un conmovedor relato: “He
visto morir…”, sus últimos momentos de vida antes de ser
fusilado por la dictadura de Uriburu.
Di Giovanni se encargaba de hacer asaltos para
conseguir dinero e imprimir sus publicaciones para la edición de
libros anarquistas y para mantener a familias pobres de presos
políticos de ideología libertaria. Sin duda, fue una figura
polémica e incluso cuestionada dentro de su propio movimiento.
Juan Domingo Perón en 1971 escribió sobre Severino
Di Giovanni: “Siempre he pensado que, así como no nace el hombre
que escape a su destino, no debiera nacer quien no tenga una causa
por la cual luchar, justificando su paso por la vida. Di Giovanni
fue un idealista, equivocado o no, y es respetable para los que
luchamos por una causa que tampoco podemos saber si es la verdad.”
- Los fusilamientos de obreros rurales en la
Patagonia (La Patagonia Rebelde), tal vez el hecho más
recordado y presente que tuvo como protagonista a anarquistas.
Osvaldo Bayer con su enorme investigación, y Héctor Olivera con su
película contribuyeron a mantener la memoria.
Los trabajadores patagónicos reclamaban un
sueldo mínimo de 100 pesos, comida en buen estado, dignas
condiciones de higiene, velas para alumbrar en la noche y que las
instrucciones de los botiquines sanitarios estuvieran en español en
lugar de inglés.
Se estima que 1500 huelguistas fueron fusilados, el
presidente del país era don Hipólito Irigoyen. La bancada radical
del Congreso Nacional no permitió la intervención de una Comisión
Investigadora para estudiar los acontecimientos.
Claramente no es la tradición en la que se
inscriben los actuales libertarios, aunque uno de sus líderes suele
reivindicarse como “anarco capitalista”. Si hay algo que tienen
en común todas las vertientes anarquistas (que son muchas) es el
anticapitalismo. Tampoco ningún anarquista hubiera asumido a una
banca como diputado.
Por eso es necesaria la pregunta de cómo las
palabras libertad y anarquismo termina en boca de
anti derechos que reivindican la dictadura, niegan la pandemia,
desprecian la cultura popular y fundamentalmente odian los gobiernos
populares. Cultores de un capitalismo voraz y un individualismo
extremo, con análisis políticos donde Alberto Fernández es
“maoísta” y Rodriguez Larreta “comunista”.
¿Cómo se ha llegado hasta acá? ¿Han trastocado
la palabra libertad? ¿Ha cambiado su significado? ¿O La libertad
se ha transformado en un significante vacío?
Preguntas para las cuales no tengo respuestas, pero
como reza el tango, libertarios eran los de antes…
* Lic. Adelqui Del Do. Psicoanalista. Docente de
Grado y Posgrado. Consejero Directivo por la Minoría del Claustro
de Graduados de la Facultad de Psicología (UBA).